miércoles, 26 de julio de 2017

CUANDO LA LLUVIA






Por ahora .. solo llueve
y la lluvia, eterna, cristalina
nos trajo nuevos augurios
de toda loca geografía desprovista,
lavando sitios 
que mañana serán prados y flores
como cada día de visita
que viste la tarde extensa 
del fluvial paisaje de Sevilla.
Por ahora cae, cae, solo lluvia
y llueve, solo llueve 
en tus cansados hombros 
que deambulan sin prisa 
mientras el amparo me sonríe 
en la Puerta de Jerez 
Por ahora llueve, solo llueve,
a estas horas de las horas
que no has venido 
con tus ojos celestes
a mi paseo andaluz.
Por ahora solo llueve
y parece que solo me acompañan 
otros días mejores
cuando tus labios eran beso
y mucho más que una palabra
y un recuerdo.

Marcial Mendieta

LAS ABANDONADAS



¡Como me dan pena las abandonadas,
que amaron creyendo ser también amadas,
y van por la vida llorando un cariño,
recordando un hombre y arrastrando un niño!...
¡Como hay quien derribe del árbol la hoja
y al verla en el suelo ya no la recoja,
y hay quien a pedradas tire el fruto verde
y lo eche rodando después que lo muerde!
¡Las abandonadas son fruta caída
del árbol frondoso y alto de la vida;
son, mas que caída,
fruta derribada por un beso artero
como una pedrada!
Por las calles ruedan esas tristes frutas
como maceradas manzanas enjutas,
y en sus pobres cuerpos antaño turgentes,
llevan la indeleble marca de unos dientes....
Tienen dos caminos que escoger:
el quicio de una puerta honrada o el harem del vicio;
¡y en medio de tantos, de tantos, de tantos rigores,
aun hay quien a hablarles se atreve de amores!
Aquellos magnates que ampararlas pueden,
mas las precipitan para que más rueden,
¡y hasta hay quien se vuelva su postrer verdugo
queriendo exprimirlas si aun les queda jugo!
Las abandonadas son como el bagazo
que alambica el beso y exprime el abrazo;
si aun les queda zumo, lo chupa el dolor;
¡son triste bagazo, bagazo de amor!
Cuando las encuentro me llenan de angustias
sus senos marchitos y sus caras mustias,
y pienso que arrastra su arrepentimiento
un niño que es hijo del remordimiento...
¡El remordimiento lo arrastra algún hombre oculto,
que al niño niega techo y nombre!
Al ver esos niños de blondos cabellos
yo quisiera amarlos y ser padre de ellos.
Las abandonadas me dan estas penas,
por que casi todas son mujeres buenas;
son manzanas secas,
son fruta caída del árbol frondoso y alto de la vida.
No hay quien las ampare, no hay quien las recoja
mas que el mismo viento que arrastra la hoja...
¡Marchan con los ojos fijos en el suelo,
cansadas en vano, de mirar al cielo!
De sus hondas cuitas, ni el señor se apiada,
porque de estas cosas...
¡ dios no sabe nada!
y así van las pobres, llorando un cariño,
recordando un hombre y arrastrando un niño.
Julio Sesto

LETANÍAS DE SEGOVIA


Quién sabe si a esta hora estamos 
o no estamos
el silencio nos encontró suspendidos 
en una hoja invernal.
Quién sabe si por esas cosas de la vida
nos volvamos a reunir
cuando las estaciones de trenes
se llenen de bullicio
y otro guardavías indique la partida.
No es factible 
detener el verde paisaje
que me lleva al acueducto de Segovia
mientras las ventanas lloran nostálgicas
otros días,
cuando Quijano enloquecía
ofreciendo ejércitos y molinos 
sin perder el juicio.
No será posible ir al encuentro,
dos almas desoladas
circundan caminos imperfectos
y éste, a pesar de todo contratiempo,
con sus crepúsculos y lloviznas, 
no parece ser el día.
Nos vamos adentrando por los muros
de otros tiempos,
y estás tú, cada vez más lejos del recuerdo.
Será que la neblina
nos convirtió en amantes
de aquellas tardes predilectas
de amor cautivo
de abrazos multiformes
y ósculos desatados, sin excusas,
sin testigos.
Será que a ratos cántaros
desata la lluvia
y mi cuerpo se niega a la salida.
Quién sabe si a este murmullo
le llamamos olvido
que cae lentamente por las pequeñas calles 
que he recorrido.
Quién sabe si a esta hora existes
en las tardes nubladas
o en las noches calladas
por el viento
para llevarte un ramo de flores,
o un beso de bienvenida
y caminar juntos por el Parque del Retiro.
Quién sabe si de amarnos
fueron dos cuerpos
el impuesto que nuestros pecados
tuvieron que pagar,
y los trenes volverán a su lugar de origen
con dos asientos vacíos
ausentes el amor y el bullicio

Marcial Mendieta

TRANSGRESIONES Y ANDANZAS


Como un rally
que se realiza sin París y sin Dakar
ellos bajan la mirada 
y emprenden la marcha

buscando otro horizonte 
al comenzar día.
Que habrán hecho hoy, 
qué habrán hecho.
que peregrinan forzados
y no llevan rabia
y ya no les quedan penas,
y su equipaje son apenas 
camisetas chinas
del Real Madrid.
Qué habrán hecho hoy 
me pregunto,
qué habrán hecho hoy,
y deambulan
y se agrupan y no cantan,
y a veces sonríen silentes
y caminan sin destino conocido
y sus amigas de La Montera, 
a lo lejos,
parecieran salir a recibirlos
pero ellos solo callan
uno a uno
con sus bolsos de trapo
esperando el lento ritual
de montar sus paños blancos
por una vereda nueva
una jornada de domingo.
Qué habrán hecho hoy, 
me pregunto,
que marchan por la Gran Vía
entre la indiferencia y la apatía.
Entretanto el sol sale para algunos
y desayunan en Cien Montaditos,
hay un niño triste 
que espera a su padre lejos
mientras ellos caminan silentes
pensando en la tarde hermosa
de un domingo ausente 
de Senegal.

Será nuestra canción

Será nuestra canción